23 de julio de 2010





¿A quién deseo mentirle cuando digo que no te quiero?
¿Por qué no quiero enamorarme? ¿Por miedo? Sí, por miedo. Por miedo a sufrir.
¿Por qué es tan fácil renunciar a las cosas cuando en verdad las querés muchísimo? Claro, por miedo. Por miedo a lo que piensen, por miedo a lo que pueda llegar a pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario