16 de febrero de 2010


TRISTEZA.
Me voy a dormir, lloro.
Me despierto, lloro.
Canto, me emociono... ¿y qué joraca hago? Lloro.
Y así se pasan las horas en mis vacaciones, por si no te quedó claro, se pasan llorando.
Todos dicen que se pasaron volando, bueno las mías se pasaron llorando.
Enero llorando.
Febrero llorando a escondidas.
¿Qué sigue? ¿El cuentito feliz de que algún día me vas a amar? No no, sé que no sigue eso. Me encantaría poder creerlo, pero sólo es un sueño. Y por mas que intente e intente no puedo; caigo y caigo. Y parece que es lo único que sé hacer.
No es de masoquista que quiera estar con vos, es amor. No es un capricho.
Te amo como nunca amé, ni voy a amar a nadie. Porque fueron momentos único los que pasé con vos. Porque me hiciste y me hacés feliz, aunque me lo pase llorando.
Y pensar que imaginaba mi vida junto a la tuya, para siempre, y por siempre ambos.
Jaja, qué cabecita la mía. Demasiados sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario